El proceso de toma de decisiones es una herramienta que poseen las empresas para encontrar una solución a determinados problemas o situaciones. Con ella las organizaciones pueden valorar entre varias opciones para escoger la más apropiada en función de los factores que intervengan según la casuística.

Para el teórico William Greenwood la toma de decisiones es «la elección entre varias alternativas posibles, teniendo en cuenta la limitación de recursos y con el ánimo de conseguir algún resultado deseado».

La importancia de la toma de decisiones radica en que son las que marcan el devenir tanto en el corto como en el largo plazo, pudiendo llevar a una entidad al éxito o al fracaso, en función de las consecuencias de las mismas.

 

Distintos tipos de decisiones en una empresa

Existen distintos tipos de decisiones que podemos tomar dentro de una organización en función de aspectos como quién las toma, cuándo y en qué momento o recurrencia:

  • Decisiones de dirección. Como su propio nombre indica, se corresponden con  aquellas que toman los altos cargos y los directivos. Estas decisiones marcan la dirección de las empresas en función de los análisis de procesos y resultados.
  • Decisiones estratégicas. Son aquellas que se toman para obtener resultados a medio y largo plazo. Algunos ejemplos de decisiones estratégicas pueden ser la planificación financiera o los planes de comunicación.
  • Decisiones individuales. Estas decisiones se toman en el día a día de forma individual como parte de la actividad empresarial. Es importante analizar periódicamente este tipo de decisiones ya que un error continuado en el tiempo puede suponer consecuencias negativas importantes para la empresa.
  • Decisiones operativas. Estas pueden tomarse de forma individual o en grupo. Se pueden catalogar como operativas todas las decisiones que se toman en la actividad diaria con el objetivo de alcanzar resultados a corto plazo. 
  • Decisiones rutinarias o programadas. Son aquellas cuyo procedimiento de toma de decisión está guiado por un procedimiento definido anteriormente. Este tipo de decisiones puede parecer similar a las operativas porque forman parte de las elecciones del día a día dentro de una empresa.
  • Decisiones de riesgo. Estas decisiones se deben tomar en momentos excepcionales o de crisis. Los resultados de estos procesos pueden ocasionar efectos severos para el devenir de la entidad. Por esta razón, la mayoría de las empresas establecen desde sus inicios un plan de emergencia que les guía en la toma de decisiones cruciales en situaciones extremas.

 

Las 7 etapas del proceso de decisión

Toma de decisiones en grupo

Cuando se presenta el momento de tomar decisiones es necesario evaluar diferentes opciones según distintos criterios para responder a la pregunta ¿Cuál de ellas soluciona mejor el problema?

Todos los procesos de toma de decisión en empresas para la resolución de problemas se dividen en 7 etapas:

1. Identificación del problema.

Detectar el problema supone el primer paso dentro del proceso de toma de decisiones. Es la etapa más importante, según establece un estudio de la Universitat Politécnica de Catalunya. Conocer el alcance del problema y delimitarlo es el punto de partida para resolverlo.

2. Establecimiento de los criterios para la toma de decisión.

¿Qué factores intervienen en la decisión? Respondiendo a esta pregunta podemos identificar qué factores se van a tener en cuenta para la elección definitiva de una alternativa u otra.

3. Valoración de los criterios.

Una vez se han concretado los criterios, estos deben ponderarse estimando cuáles van a tener más relevancia en el momento de tomar la decisión.

4. Detección y análisis de alternativas.

En esta etapa, las personas encargadas de tomar la decisión deben encontrar y analizar  diferentes alternativas capaces de resolver el problema planteado inicialmente. En este punto del proceso es fundamental trabajar el liderazgo participativo o democrático propiciando la comunicación positiva entre todos los integrantes del grupo encargado del análisis de las opciones.

5. Selección de una alternativa.

Una vez se han evaluado las alternativas en función a los criterios establecidos, se elige una como la mejor entre todas las opciones. En esta etapa se lleva a cabo la decisión.

6. Implantación de la decisión.

Este paso consiste en comunicar la decisión tomada a todas aquellas personas de la organización que se vean afectadas por ella o tengan que poner en práctica las acciones que conllevan la solución seleccionada.

7. Evaluación de los resultados.

Una vez se ha implantado la solución escogida es momento de evaluar si realmente ha dado solución al problema. Si el problema se ha resuelto de forma total, se puede concluir el proceso de toma de decisión como satisfactorio. Por el contrario, si el problema sólo se ha solventado de forma parcial se debe iniciar de nuevo el proceso para adoptar una solución más apropiada.

Una vez finalizado el proceso de toma de decisión, si se considera que puede ser útil en futuras ocasiones, es recomendable documentar el proceso con los métodos utilizados para agilizar las etapas en las siguientes situaciones.

Principales causas por las que se toman malas decisiones

Una mala decisión, o la continua repetición de estas, puede suponer un elevado coste a las empresas. Este coste puede referirse tanto a niveles económicos como a nivel de reputación y operatividad. 

La principal causa de tomar decisiones inadecuadas es la prisa con la que estas se toman debido a motivos como el exceso de trabajo o la incorrecta evaluación de las consecuencias que puedan producirse.  Otras causas por las que los grupos de trabajo toman malas decisiones en las empresas son las siguientes:

  • Miedos individuales a no parecer resolutivos frente a los demás miembros del equipo.
  • Exceso de confianza en decisiones tomadas anteriormente o por otras personas.
  • Ponderar de forma desigual las alternativas según intereses individuales y no como consecuencia del análisis de los factores que intervienen en el proceso.
  • Falta de información suficiente para analizar los factores determinantes para una correcta toma de decisiones.

Analizando todos los aspectos anteriores, concluimos que para tomar buenas decisiones es de vital importancia construir una base de confianza sólida entre todos los participantes en el proceso de toma de decisiones. En Fundación ASISPA impartimos formaciones dirigidas a fortalecer las relaciones entre miembros de un mismo equipo de trabajo ¡Consúltanos y pídenos más información!

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