Podemos definir el liderazgo como el conjunto de habilidades directivas que tiene una persona para influir, de manera positiva, en un equipo de trabajo con el fin de alcanzar un objetivo común.

Entre las cualidades del líder destacan su capacidad para la gestión de equipos, para motivar al grupo de forma eficaz, delegar, tomar la iniciativa, incentivar, etcétera. A pesar de estos rasgos comunes, existen diferentes tipos de líderes en función de su propio estilo de liderazgo. Cada estilo tiene sus ventajas e inconvenientes para a la hora de conseguir un buen funcionamiento del equipo de trabajo.

Por esta razón, resulta importante conocer cuál es tu perfil de líder. Así puedes trabajar para minimizar las desventajas y adquirir algunas características positivas de otros estilos de liderazgo.

Tipos de liderazgo

Debemos tener en cuenta que el estilo de liderazgo adquirido por una persona no tiene por qué ser un reflejo de su personalidad, sino que se trata de una habilidad adquirida con la que, gracias a su rango en la empresa, puede influir y motivar a los empleados para la consecución de los objetivos.

Entre los tipos de líderes más habituales destacan:

1.- Liberal, laissez faire o liderazgo delegativo

Como su nombre indica, es un tipo de líder que delega el poder en su equipo. En estos casos los trabajadores actúan con total libertad contando solo con el apoyo del líder si se lo solicitan. Su comportamiento se basa en la teoría de que la libertad aumenta la productividad de los trabajadores con mucha experiencia que poseen las competencias para rendir de forma independiente.
Es un tipo de liderazgo que puede tener un buen funcionamiento cuando existe una alta motivación intrínseca por parte del equipo y una fuerte especialización. Ahora bien, puede resultar inapropiado cuando existen miembros en el equipo que no son capaces de organizarse sus propias tareas, tienen un estilo de trabajo más pasivo o no saben asignarse sus propios plazos de entrega tendiendo a trabajar menos a la espera de información.
El liderazgo laissez faire (de la expresión francesa “dejar hacer”) puede llevar a una falta de control en la compañía con su correspondiente aumento de costes y descenso de la productividad.

2.- Liderazgo autocrático

El líder autócrata dirige y controla al equipo siendo el responsable de la toma de decisiones. El equipo solo tiene que obedecer dejando al lado su opinión y sin desafiar al líder que ejerce su poder de forma unidireccional.

Este estilo de liderazgo puede incrementar la productividad y la velocidad en la que se realizan las tareas cuando el equipo está formado con trabajadores que requieren una vigilancia o tienden a relajarse. Si bien, puede producir que muchos empleados se sientan poco valorados y poco identificados con la empresa, lo que podría llegar a desembocar en una mala gestión del talento en la compañía. Por esta razón, este tipo de liderazgo es cada vez menos habitual en las empresas con éxito.

3.- Liderazgo participativo o democrático

El liderazgo democrático es aquel en el que propicia la participación de todo el equipo, teniendo en cuenta su opinión, aunque la decisión final sea tomada por él. El líder participativo huye de las actitudes autoritarias potenciando la comunicación positiva.

Este tipo de liderazgo consigue provocar un mayor sentimiento de pertenencia en los empleados que ven cómo su opinión es tenida en cuenta por su superior. También potencia el trabajo en equipo y mejora la adaptación de los trabajadores a los cambios que puedan producirse en la organización, facilitando la retención del talento.

Para ello es necesario que la persona que guía al equipo de trabajo posea grandes habilidades para mantenerlo motivado y propiciar el equilibrio entre las posibles discrepancias que puedan surgir. Para ello, el desarrollo de la inteligencia emocional será clave como veremos más adelante.

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4.- Transformacional

El líder transformacional, también llamado carismático, es aquel que se centra en el equipo humano dando valor al compromiso de los trabajadores a través de una relación de confianza y comunicación.

Es un estilo de liderazgo que fomenta la creatividad y participación del equipo gracias a la generación de una visión de la empresa compartida, transversal, capaz de ilusionar y convencer a los empleados. Aporta una gran flexibilidad al funcionamiento de la compañía.

Estos líderes se ganan la confianza y el respeto del equipo consiguiendo cambiar las expectativas y percepciones dentro de la organización y alcanzando una mayor motivación. Su efectividad se demuestra a largo plazo por lo que, en situaciones concretas de crisis, podría no resultar operativo.

5.- Líder transaccional

El liderazgo transaccional basa la relación del líder con el equipo en intercambios, habitualmente de tipo económico a través de incentivos. Es un estilo que se basa en la consecución de objetivos ofreciendo al equipo recompensas por conseguirlos.

La transparencia y la objetividad son claves en estos equipos para definir las estructuras, tareas y recompensas con las que trabaja el equipo. Gracias a ello, se puede conseguir una alta eficiencia y productividad en el presente, siempre que la compañía se encuentre en un momento de estabilidad. Los cambios y las crisis a las que las compañías se enfrentan actualmente de manera constante pueden provocar que deje de ser tan efectivo.

Cómo puede la inteligencia emocional ayudarte a ser un buen líder

Como decíamos, no existe un tipo de liderazgo que sea reconocido como el mejor. Cada organización y cada equipo de trabajo tiene sus particularidades, por lo que será necesario que el estilo de liderazgo a implementar sea el que mejor se adapte a las características concretas de la compañía.

Un buen líder tiene que reunir un conjunto de habilidades y, dentro de ellas, la inteligencia emocional resulta imprescindible. La capacidad de dominar las diferentes situaciones a las que se enfrenta día a día, sin perder el control y gestionando las diferentes emociones, propias y del equipo, con la calma que requiere es una cualidad de liderazgo eficiente.

La inteligencia emocional nos ayuda a comprender lo que sentimos, por qué lo sentimos y cómo gestionarlo para conseguir tomar decisiones acertadas. Muchas personas confunden la inteligencia emocional con la empatía si bien, ésta es solo una de las 5 habilidades en las que, según Daniel Goleman, se asienta la inteligencia emocional.

Daniel Goleman, psicólogo, periodista y escritor estadounidense es mundialmente conocido por su teoría de la IE. Según él, existen 5 elementos en los que se basa la inteligencia emocional. Para conseguir ser un gran líder, deberemos trabajar estos 5 elementos. Veámoslo.

Las 5 competencias de la inteligencia emocional

Para Daniel Goleman, el factor determinante que implica el éxito en el trabajo es la inteligencia emocional. Más allá de los diplomas universitarios, el cociente intelectual o la pericia técnica. Para él, competencias como la autoconciencia, la autoestima, el autocontrol, la empatía, dedicación, integridad, la habilidad para comunicar, la pericia para iniciar y aceptar cambios son las que resultan más relevantes en el ámbito laboral.

Goleman define, además, 5 dimensiones o competencias de la inteligencia emocional que resultan imprescindibles para conseguir ser un buen líder en el trabajo:

  1. Autoconocimiento o conciencia de uno mismo: consiste en conocerse mejor a uno mismo. Esta facultad clave se divide a su vez en 3 competencias:
    1.  Conciencia emocional: reconocer el modo en el que nuestras emociones afectan a nuestras acciones y la capacidad de guiar la toma de decisiones partiendo de nuestros propios valores.
    2. Valoración de uno mismo: reconocer nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades teniendo una visión clara de lo que necesitamos fortalecer.
    3. Confianza en uno mismo. tener certeza de nuestras capacidades, valores y objetivos.
  2. Autorregulación: entendida como la capacidad de controlar nuestros impulsos y sentimientos conflictivos. Incluye:
    1. Autocontrol: gestionar de forma adecuada las emociones e impulsos conflictivos.
    2. Confiabilidad: ser sincero y honrado.
    3. Integridad: cumplir con las obligaciones.
    4. Adaptabilidad: ser flexibles a los cambios y nuevos desafíos.
    5. Innovación: estar abierto a nuevas ideas.
  3. Motivación: la motivación nos lleva a hacer acciones determinadas como lograr los objetivos planteados por la empresa. Goleman habla de 3 competencias motivacionales:
    1. El logro: como el impulso que nos lleva a mejorar.
    2. El compromiso: que es la capacidad de asumir los objetivos o la visión de la organización.
    3. La iniciativa y el optimismo: que nos ayudan a aprovechar las oportunidades y superar los contratiempos.
  4. Empatía: un líder emocionalmente inteligente es competente para ponerse en el lugar de otra persona del equipo. Esta capacidad le ayuda a entender al compañero y gestionar de forma eficiente al equipo. La empatía propicia entornos de seguridad y confianza, ofreciendo la oportunidad de que las personas se expresen y compartan su opinión. Las competencias destacables de la empatía a nivel laboral son:
    1. La compresión de los demás: experimentar sus sentimientos y experiencias interesándose activamente por sus preocupaciones.
    2. La orientación al servicio: anticiparse, reconocer y satisfacer las necesidades de los demás.
    3. La ventaja de la diversidad: ser capaz de reconocer en la diversidad las oportunidades que presenta y aprovecharlas.
    4. El desarrollo de los demás: propiciar el desarrollo de las personas que forman el equipo.
  5. Habilidades sociales: las habilidades que permiten que el líder tenga la capacidad de relacionarse con su equipo de manera exitosa. Propician un clima de seguridad y bienestar generando un sentimiento de cohesión y confianza en el grupo. La comunicación es la competencia clave en este sentido.

Desde Fundación ASISPA, conscientes de la necesidad de muchos directivos de potenciar la inteligencia emocional para conseguir mejores logros con sus equipos, hemos diseñado un curso específico dirigido a dirigido a equipos de trabajo, directivos y personas responsables de la toma de decisiones en empresas. En este curso de Team Building y dinámicas de Alto Impacto que proponemos trabajaremos de forma experiencial y transformadora aspectos del Liderazgo así como Habilidades Sociales en el entorno laboral.

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