La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible aprobada por la ONU coloca como objetivo número 3: Salud y Bienestar.

Promover el bienestar y garantizar una vida sana son objetivos que resultan esenciales para alcanzar un verdadero desarrollo sostenible.

Hasta 2019, antes de la pandemia de la COVID-19, se habían alcanzado grandes avances en la mejora de la salud de millones de personas en todo el mundo: se han reducido la tasa de mortalidad infantil y mortalidad materna, sigue aumentando la esperanza de vida a nivel mundial y progresa la lucha contra algunas enfermedades infecciosas.

Sin embargo, ya en 2019 se advertía de la imposibilidad de acceso a los servicios de salud esenciales de, al menos, la mitad de la población mundial. También se ponía de relieve el hecho de que una emergencia sanitaria, como la que hemos vivido con la pandemia, podía llevar a la gente a la quiebra o a la pobreza.

Ante esa realidad, las Naciones Unidas advertían en su ODS 3 de la necesidad de dedicar esfuerzos para conseguir la cobertura sanitaria universal y una financiación sostenible de la salud. También se ponía de relieve la importancia de abordar el crecimiento de las enfermedades no transmisibles como, por ejemplo, la salud mental, así como los efectos sobre la salud de la contaminación ambiental, la falta de agua y las infraestructuras de saneamiento.

La crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 ha supuesto un riesgo a nivel mundial y ha demostrado la necesidad de los países de prepararse ante emergencias sanitarias como esta. Para ello, la Organización Mundial de la Salud recoge en su Plan estratégico las medidas de salud pública que se deben adoptar para prepararse y responder a la Covid-19 (ver documento).

proteger la salud

Proteger la salud. Datos objetivos

El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce la salud y el bienestar como un derecho de todas las personas:

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”

Sin embargo, existen datos objetivos que nos hablan de la necesidad de seguir trabajando para alcanzar lo que la OMS afirma “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.” Un derecho que incluye el “acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente”.

Son muchos los avances que se han logrado en los últimos años (antes del Covid-19) en materia de salud. Veamos algunos datos:

Datos sobre salud

  • Según la OMS, unos 100 millones de personas de todo el mundo son empujadas a vivir por debajo del umbral de pobreza cada año como consecuencia de los gastos sanitarios.
  • Más de 5 millones de niños mueren cada año antes de cumplir los 5 años. Si bien, cada día, mueren 17.000 niños menos que en 1990.
  • Las vacunas contra el sarampión han evitado desde el año 2000 casi 15,6 millones de muertes.
  • Los niños que nacen pobres tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de los 5 años que los de familias más ricas.
  • También tienen más probabilidades de sobrevivir los niños cuyas madres han recibido algún tipo de educación.
  • La mortalidad materna ha descendido un 37% desde el año 2000. Si bien, la proporción de madres que no sobreviven al parto es todavía 14 veces mayor en las regiones en desarrollo.
  • La atención prenatal ha aumentado de un 65% en 1990 al 83% en 2012 en las regiones en desarrollo.
  • 3 de las enfermedades transmisibles más mortíferas (paludismo, VIH/sida y tuberculosis) afectan desproporcionadamente a las poblaciones más pobres del mundo.
  • En 2017:
    • 36,9 millones de personas vivían con el VIH y 21,7 tuvieron acceso a terapia antirretrovírica.
    • 1,8 millones de personas contrajeron la infección del VIH.
    • 000 murieron de enfermedades relacionadas con el sida.
  • Desde el inicio de la epidemia de VIH se han infectado 77,3 millones de personas, y han fallecido de enfermedades relacionadas 35,4 millones.
  • La tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH.
  • El VIH es la principal causa de muerte para las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo.
  • El sida es ahora la principal causa de muerte entre los adolescentes (de 10 a 19 años) en África y la segunda causa más común de muerte entre los adolescentes en todo el mundo.
  • La tasa global de incidencia de la malaria ha disminuido en un 37% y las tasas de mortalidad en un 58%.

Fuente de los datos: www.un.org

Metas del ODS 3: Salud y Bienestar

Garantizar una vida sana y promover el bienestar es importante a la hora de construir sociedades que prosperen. A pesar de los avances alcanzados, las desigualdades en el acceso a la asistencia sanitaria siguen existiendo. Por ello, como objetivos marcados a conseguir dentro de la Agenda 2030 se encuentran:

  • La reducción de la mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos.
  • Reducir la mortalidad neonatal hasta 12 por cada 1.000 nacidos y la de los niños menores de 5 años hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos.
  • Poner fin a epidemias como: el sida, la malaria, la tuberculosis, las enfermedades tropicales, las transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
  • Promover la salud mental y el bienestar con el fin de prevenir la muerte prematura en un tercio.
  • Trabajar en la prevención y tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el consumo nocivo de alcohol y el abuso de estupefacientes.
  • Garantizar acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva.
  • Lograr la cobertura sanitaria universal.
  • Reducir el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación.
  • Apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles.
  • Aumentar sustancialmente la financiación de la salud y la contratación, el desarrollo, la capacitación y la retención del personal sanitario en los países en desarrollo.
  • Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial.

¿Cómo podemos contribuir?

practica la buena salud

Si bien es cierto que, como individuos, resulta complicado contribuir a la consecución de estos objetivos si no es a través de donaciones económicas a los organismos correspondientes (como el Fondo de Respuesta Solidaria a la COVID-19 de la OMS), si existen una serie de acciones que podemos llevar a cabo en nuestro día a día.

Por ejemplo, una de las principales acciones que podemos llevar a cabo de manera individual para alcanzar la salud y el bienestar es la promoción y puesta en práctica a nivel personal de nuestra propia salud y la de nuestro entorno. Son claro ejemplo de ello el vacunar a nuestros hijos, practicar relaciones sexuales seguras, poner en práctica un estilo de vida saludables.

A nivel de empresa e instituciones podemos promover y concienciar a nuestra comunidad y grupos de interés sobre la importancia de la buena salud y del bienestar. Un ejemplo de ello es la campaña desarrollada por ASISPA: “Practica la buena salud”· Una serie de consejos basados en pequeños gestos que podemos realizar en nuestro día a día para mejorar la calidad de vida.

Además, como dice la ONU, “las personas sanas son la base de las economías saludables”, por lo que promover la salud laboral es esencial en el bienestar de toda la sociedad.

Como comentamos en nuestro artículo sobre “Trabajo decente y crecimiento económico”, ODS nº 8 de la agenda 2030, desde Fundación ASISPA seguiremos trabajando para apoyar a las empresas, las organizaciones y las personas para alcanzar su objetivo de salud y bienestar.