El objetivo número 8 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está enfocado en la promoción del crecimiento económico sostenido y sostenible, inclusivo, la consecución del empleo pleno y productivo y del trabajo decente para todas las personas. En este artículo analizaremos los datos que respaldan este propósito, así como las metas a alcanzar por las Naciones Unidas.

Desde la Fundación ASISPA trabajamos en el desarrollo de proyectos y servicios dirigidos a dotar a empresas y organizaciones de las herramientas necesarias para el desarrollo personal y laboral de los equipos de trabajo, apostando por la innovación, la motivación y la gestión del talento como claves del crecimiento sostenible.

La economía y el empleo en la Agenda 2030

La mejora de las condiciones de vida de las personas requiere de un crecimiento económico sostenido en el tiempo, que resulte inclusivo y sostenible, y que defienda el empleo productivo y en condiciones dignas. Para ello reducir la tasa de desempleo, aumentar la productividad y mejorar las condiciones laborales son, entre otros, objetivos fundamentales a tener en cuenta. Aumentar la empleabilidad de jóvenes y mayores sin formación para reducir la tasa de desempleo de esta población o mejorar el acceso a servicios y beneficios financieros forman también parte esencial de este objetivo.

En España, el desempleo juvenil es uno de los ratos más importantes al que nos enfrentamos. La crisis económica trajo consigo una destrucción del desempleo que ha propiciado el aumento de las desigualdades y la creación de empleo en condiciones precarias. Circunstancias que han traído consigo una modificación de los perfiles de pobreza y exclusión social en nuestro país.

Agenda 2030 datos sobre jóvenes desempleados

Datos sobre el empleo

El paro juvenil en España sigue estando por encima de la media europea. Según datos de enero de 2021, el desempleo de las personas menores de 25 años en nuestro país se sitúa en el 39%, ocho puntos por encima que el mismo periodo del año anterior. Lo que supone una cifra de 588.000 jóvenes en paro.

La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia ha hecho crecer las tasas de desempleo en nuestro país situándose en un 16% para el mes de enero. La cifra más alta de los países miembros de la UE.

Ante esta realidad, de cara a la Agenda 2030, la Comisión Europea marca como objetivo a alcanzar para esta fecha que el 78% de la población con edades entre los 20 y los 64 años tenga un empleo para la fecha. Un objetivo que, para algunos, resulta insuficiente.

A nivel mundial, la tasa de desempleo ha ido descendiendo desde 2016 del 5,7% al 5,4% en 2019 según datos del Banco Mundial. Si bien, se aprecia un acusado repunte en 2020 hasta el 6,4%.

datos paro mundial

Por su parte, según señala la ONU, casi 500 millones de personas en el mundo trabajan menos horas remuneradas de las que quisieran o no tienen suficiente acceso a un trabajo asalariado. Los datos para 2020 hablan de 188 millones de personas desempleadas en el mundo y unos 165 millones de personas que, aunque tienen empleo, desean trabajar más horas pagadas.

Además, se estima en 120 millones de personas las que, sin estar clasificadas como desempleadas, han abandonado la búsqueda activa de trabajo o no tienen acceso al mercado laboral.

En términos de desigualdad, como ya hablamos en nuestro artículo sobre el objetivo nº5 de Igualdad de Género, los hombres ganan el 12,5% más que las mujeres en 40 de los 45 países de los que se tienen datos. Esta brecha salarial, a nivel mundial se sitúa en el 23%, por lo que resulta fundamental comenzar a trabajar en formas de erradicarla. En cuanto al desempleo, la tasa de población activa de la mujer es del 64% mientras que la de los hombres es del 94%. De lo que se deriva que, a pesar de todo lo avanzado en igualdad de oportunidades, las mujeres siguen haciéndose cargo del cuidado no remunerado de personas y del trabajo doméstico 2,6 veces más que los hombres.

Los datos que aportan las Naciones Unidas son claros, desde 2016 hasta 2030 se necesitan 470 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para las personas que van a acceder por primera vez al mercado laboral. Lo que supone todo un reto.

Por último, otro dato importante a tener en cuenta para la puesta en marcha de las acciones destinadas a la consecución de este ODS es el relativo a trabajo infantil en el mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo, en el mundo hay 218 millones de niños entre 5 y 17 años ocupados en la producción económica. Casi la mitad de ellos son víctimas del trabajo infantil (se excluye a los que realizan trabajos ligeros permitidos y los que han alcanzado la edad mínima de empleo). Y 73 millones de niños se encuentran en situación de trabajo infantil peligroso porque participan en una actividad que puede producir efectos perjudiciales para su seguridad, salud o desarrollo moral.

Datos sobre la economía mundial

Tras el fuerte colapso de la economía mundial en 2020 por motivo de la crisis sanitaria y la pandemia, una vez aprobadas las vacunas, se prevé, según datos del Fondo Monetario Internacional, que la economía mundial crezca 5,5% en 2021 y 4,2% en 2022. “La recuperación varía considerablemente entre países, dependiendo del acceso a intervenciones médicas, la eficacia del apoyo de las políticas, la exposición a repercusiones económicas transfronterizas y las características estructurales de cada economía al inicio de la crisis.” Aclara la organización.

Por su parte, el Banco Mundial estima el crecimiento de la economía mundial en un 4% para 2021 siempre que se amplíe la distribución de las vacunas contra la COVID-19

Metas del ODS 8 de la Agenda 2030

La Agenda 2030 en su objetivo número 8: Trabajo decente y crecimiento económico especifica las siguientes metas:

  1. Mantener el crecimiento económico per cápita según las circunstancias de cada nación. Mantener al menos un crecimiento del 7% en el producto interno bruto en los países menos adelantados.
  2. Conseguir mayores niveles de productividad económica a través de la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación. Especialmente en los sectores con gran valor añadido y un uso extensivo de la mano de obra.
  3. Fomentar la creación y el crecimiento de microempresas, pequeñas y medianas empresas promoviendo políticas que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad, la innovación e, incluso, el acceso a servicios financieros.
  4. Mejorar la producción y el consumo eficiente de los recursos naturales desvinculando el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente.
  5. Lograr el pleno empleo productivo y el trabajo decente para mujeres y hombres, incluyendo los jóvenes y las personas con discapacidad.
  6. Alcanzar la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor sea quien sea la persona que lo desarrolle.
  7. Reducir la población de jóvenes desempleados.
  8. Erradicar en todo el mundo el trabajo forzoso, las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y poner fin al trabajo infantil.
  9. Promover los derechos laborales y el entorno de trabajo seguro.
  10. Poner en práctica políticas de turismo sostenible que generen puestos de trabajo y promuevan la cultura y los productos locales.
  11. Aumentar la ayuda para el comercio en países en desarrollo.

¿Por qué es tan importante el trabajo decente y el crecimiento económico?

Este objetivo de la Agenda 2030 está íntimamente ligado con el ODS 1 el “Fin de la pobreza”. Como comentábamos anteriormente, solo a través de un crecimiento económico expresado en los términos aquí mencionados y del acceso al empleo decente se puede poner fin a la pobreza en las múltiples formas en las que hoy se encuentra en la sociedad, ya sea pobreza extrema o relativa.

Desde la Fundación ASISPA seguiremos trabajando para apoyar a empresas y organizaciones para el crecimiento y el desarrollo de sus objetivos económicos y sociales.