¿Qué proyecto social puedo hacer? ¿Cómo se diseña? ¿Cómo se financia? Desde la Fundación ASISPA vamos a aclarar en este artículo algunas de las principales dudas que surgen a la hora de emprender un proyecto social.

Un proyecto social nace normalmente de la necesidad de mejorar una realidad concreta. De carácter individual o colectivo, el proyecto social busca, habitualmente, una mejora en la calidad de vida de los sujetos involucrados en la realidad que se desea cambiar. Para ello, establece una serie de acciones a priori que se convertirán en las intervenciones con las que conseguir dicho cambio.

Un proyecto social nace de la observación de una realidad. Para cambiarla o mejorarla se establecen una serie de acciones fundamentadas en estudios, análisis, principios teóricos e investigaciones que dan coherencia a la propuesta de intervención. Para ponerlo en marcha serán necesarios una serie de recursos y, si todo sale bien, se producirá el cambio  deseado hacia una situación mejor.

Veamos detenidamente todo el proceso.

¿Qué proyecto social puedo hacer? Primeros pasos

Para diseñar un proyecto social coherente que dé respuesta social a un problema detectado es necesario tener en cuenta una serie de pasos previos. Para empezar:

1.- Observación del problema

La identificación de un problema o una carencia social parte de la observación o la percepción de una situación pero se fundamenta en estudios e investigaciones empíricas.

Con ello se elabora un diagnóstico de la situación a cambiar que se ha identificado como negativa y se quiere mejorar.

2.- Diagnóstico de la realidad a cambiar

Para llevar a cabo un diagnóstico veraz es necesario realizar un análisis profundo de la realidad que se quiere cambiar. El diagnóstico identifica los principales problemas, sus causas, los efectos que tiene en los individuos a los que afecta, las posibles áreas de intervención y, también posibles soluciones a priori.

El diagnóstico constituye la base sobre la que se construirá todo el proyecto social. Por ello resulta importantísimo realizar un buen diagnóstico.

Para crear un buen diagnóstico, se debe tener en cuenta que este debe resolver dudas como:

  • ¿Cuál es el problema o los problemas que afectan a un determinado grupo de personas? Habrá que identificar los problemas, jerarquizarlos según prioridad o urgencia, fundamentar la necesidad de invertir para solucionarlos…
  • ¿Quiénes están afectados por el problema o los problemas? Es necesario describir el o los grupos sociales a los que afecta. De cada grupo se deberá identificar el mayor número de datos posible: número de personas, edad, sexo, región, pobleción, estado civil…
  • ¿Cuáles son las principales causas y los efectos de dicho problema? Exponer las principales causas que provocan el problema y qué efectos tiene en el grupo afectado.

3.- Describir o definir el problema

Una vez que se ha analizado la información y se ha realizado el diagnóstico, se debe describir con el mayor número de detalles el problema principal que origina la situación que se quiere cambiar. Se definirá también el origen del mismo y las consecuencias que tiene para los que sufren la situación.

Cuantas más posibles causas se puedan identificar más fácil será diseñar un proyecto que sea capaz de cambiar esta realidad de forma positiva. Se debe realizar un análisis lo más exhaustivo posible teniendo en cuenta, incluso, las causas de las causas.

De igual manera se debe proceder con los efectos. De esta manera, en función del tiempo disponible, los recursos o las posibles competencias, se puede decidir de manera objetiva sobre qué causas y efectos re va a actuar y diseñar el plan de intervenciones en consecuencia.

diseño de un proyecto social

¿Cómo se diseña un proyecto social?

Desde la Fundación ASISPA llevamos más de 16 años trabajando en el diseño y desarrollo de proyectos de voluntariado, igualdad de género o familia, entre otros ámbitos, dirigidos a mejorar la calidad de vida de las personas o colectivos.

Por esta razón, ofrecemos todos nuestros conocimientos a las personas o instituciones públicas o privadas que deseen desarrollar un proyecto social a través de nuestros servicios. En esta página puedes consultar algunos de los proyectos destacados desarrollados por la Fundación.

En el diseño de un proyecto social, en función de la información analizada en los pasos previos, se elabora una propuesta de trabajo que desarrolle las posibles estrategias para cambiar la situación que se quiere mejorar. Se definen los objetivos generales y específicos del proyecto así como los resultados esperados y las acciones y recursos necesarios para conseguirlo.

El proyecto también debe definir unos indicadores de seguimiento y verificación de los resultados del trabajo realizado, y debe tener en cuenta cualquier factor externo que sea necesario o pueda incidir en el éxito del proyecto.

En resumen, el diseño del proyecto deberá tener como resultado un documento en el que se recojan: los objetivos, las estrategias para conseguirlos, las actividades a desarrollar, los recursos necesarios para ello, los resultados que se quieren conseguir y cómo se van a medir y los factores externos que le afectan.

Cuanto más se analice y describa cada uno de los conceptos más probabilidades se tendrá de alcanzar el éxito del proyecto social.

proyecto social voluntariado

¿Cómo se financia un proyecto social?

En el desarrollo de un proyecto social se crea también un plan recursos, tanto humanos como materiales, y un plan económico-financiero como si de una empresa se tratase.

En el plan de recursos se identifica cada uno de los recursos necesarios para poner en marcha el proyecto una vez que se han concretado las actividades y tareas a desarrollar.

Así, se tendrán en cuenta los recursos materiales: instalaciones, medios técnicos, consumos, etcétera; y los recursos humanos: personal contratado, voluntarios, profesionales independientes, etcétera.

Por su parte, en el plan económico-financiero se hace una cuantificación monetaria del valor de los recursos necesarios y se definen las posibles fuentes de financiación de los mismos tanto públicas como privadas. De esta manera se tiene en cuenta la posibilidad de entidades patrocinadoras y colaboradoras, las subvenciones públicas que puedan existir, las donaciones, ayudas a obras sociales, etcétera, en función de las características del proyecto.

Desde la Fundación ASISPA te invitamos a contactar con nosotros para resolver cualquier duda o dejarla en los comentarios

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