Hoy, en nuestra cadena de participación hablamos con la Asociación de Personas con Diversidad Funcional, Familias y Amigos (APAM).

1.- Háblanos de ti, de tu asociación y tu trayectoria.

La Asociación de Personas con Diversidad Funcional, Familias y Amigos (APAM) se constituye en el año 1975, como Asociación de Padres de Alumnos Minusválidos (APAM) de la mano de Auxilia.

Formada por madres, padres y personas con discapacidad, inicialmente se articula como una alternativa al aislamiento de las personas con discapacidad ofreciendo un espacio de estudio y rehabilitación, debido a la falta de infraestructuras adecuadas en esos momentos en España.

En 1995, tras el desarrollo de la Ley de Integración, y la progresiva adaptación de los Centros Educativos, el Centro se replantea su misión y se transforma en un Centro de Día de atención a personas con discapacidades físicas gravemente afectadas adultas, con objeto de ofrecer diferentes Servicios multidisciplinares. Desde ese momento, el Centro se reforzará como un lugar de encuentro para personas con discapacidad y sus familias, integrando numerosos aspectos de potenciación de la autonomía personal y la prevención de situaciones de dependencia.

En la actualidad, el Centro es un Centro concertado por la Comunidad de Madrid, de 50 plazas, que pretende ser un recurso destinado a ser un lugar de ayuda mutua que facilite la normalización de las personas con discapacidad desde todos los ámbitos, incluyendo actividades de carácter comunitario. Es un lugar de apoyo que desarrolla programas destinados a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades físicas gravemente afectadas adultas.

Formo parte de este proyecto desde febrero de 1995 y dirijo el Centro desde marzo de 2018. He tenido oportunidad de conocer a muchos profesionales, familiares y personas con discapacidad que me han ofrecido la posibilidad de crecer profesionalmente y personalmente. Desde la Dirección de APAM, siempre se ha pretendido ofrecer el recurso como un apoyo para el desarrollo del Proyecto personal de cada uno de los socios y usuarios. Las familias, también han formado una parte importante de esta atención, tanto para la creación y mantenimiento de la Entidad, así como para constituirse como Apoyo fundamental en la tarea de mejorar la calidad de vida de nuestros destinatarios finales.

APAM y su Centro están vivos, en continua revisión, y eso es lo que le da su valor añadido. Junto con los protagonistas del cambio, la Entidad es una herramienta que está en constante proceso de adaptación, intentando ofrecer nuestros recursos para provocar el cambio personal y social necesario que genere una sociedad más justa y solidaria con todos aquellos que la componemos.

2.- ¿En qué proyecto estás trabajando ahora?

Además de la gestión del día a día en tiempos de COVID, estamos trabajando en diferentes frentes:

En primer lugar, consolidando el Modelo de Atención Centrada en la Persona y el de Calidad de Vida en la Entidad y en el Centro. Este paradigma, aumenta la dignidad de las personas y garantiza su participación para constituirse como ciudadanos libres e independientes.

En segundo lugar, estudiando nuevas formas de intervención que vayan más allá de las clásicas intervenciones de anteriores modelos médico-funcionales. Creemos que las nuevas tecnologías son fundamentales como herramientas de apoyo para el empoderamiento.

Por último, este año queremos adaptar el funcionamiento del Centro a nuevas herramientas de gestión que nos permitan estar más cerca, como equipo y con los usuarios del Centro y sus familias. Este año implantaremos sistemas de gestión del conocimiento que lo permitan.

3.- ¿Qué es lo que te movió a hacer lo que haces?

Mi concepto de sociedad. Nací en una familia en la que me enseñaron que la humanidad es lo más importante en la vida. Me cuesta entender que seamos capaces de catalogar a nuestros congéneres por su capacidad de producir, su lugar de origen o su aspecto físico. Siempre me llamó la atención que existan personas capaces de darle la vuelta a esa ecuación, y decidí ser uno más en esa lucha por conseguir hacer entender que todos somos iguales. Cada vez estoy más convencido de que los problemas sociales de la actualidad residen en la propia sociedad, en cómo se organiza, cómo excluye a aquellos que aportan cosas diferentes… Es una batalla inacabada que durará generaciones, pero hemos de poner nuestro granito de arena para intentar mejorar la vida de los que nos rodean, dándoles lo que necesitan para ser ciudadanos de pleno derecho.

4.- ¿Qué impacto buscas con tus acciones?

Como ya he mencionado, busco aportar todo lo posible para mejorar la sociedad en la que vivo, en clave de igualdad de oportunidades y solidaridad.

5. ¿Por qué es necesaria la participación, y cómo se puede colaborar en este proyecto?

La participación tiene relación con el empoderamiento. El hecho de ser ciudadano de pleno derecho conlleva necesariamente a ser responsable de tus acciones. La aportación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, es fundamental en esa dirección. La dignidad de las personas con discapacidad debe depender de sus propias aportaciones como miembros de pleno derecho en la Sociedad, y ésta, debe ofrecer a todos sus componentes, todos los medios para garantizar su plena participación. Las formas de participar con nosotros pueden ser diferentes: a través de aportaciones monetarias, donaciones, voluntariado para las actividades que realizamos… Cualquier aportación es bien recibida en APAM. Por otra parte, a nivel interno, es fundamental la participación de los interesados y sus familias para diseñar las estrategias a las que debe dirigirse la organización.

6. ¿Ves la sociedad implicada en este tipo de proyecto o similares?

Hay mucho camino que recorrer, pero hemos avanzado mucho. Hace cincuenta años, a las personas con discapacidad se les ofrecían soluciones médicas a sus problemas. Se consideraba que, de forma caritativa, la sociedad estaba obligada a ofrecerles recursos de rehabilitación funcional y médica. Siglos atrás, incluso se utilizaron métodos eugenésicos para limitar la visibilidad de la diferencia. Hoy podemos asegurar que la diferencia es un valor en todos los aspectos. Incluso las empresas han comenzado a introducir mecanismos de gestión de la diversidad como herramientas de productividad de cara a sus empleados.

Hemos de entender que como sociedad debemos explorar nuevos caminos hacia la igualdad, y eso será sinónimo de sociedades más ricas y libres. Ya no se trata de saldar la deuda histórica contraída con el colectivo de la discapacidad ofreciendo servicios y prestaciones con el objetivo de conseguir la inclusión social. Hoy en día, se trata de garantizar los derechos inherentes a las personas. Esa debe ser la dirección de las acciones de los gobiernos, las administraciones y la sociedad civil en nuestros días. En este sentido es muy importante también el papel de las propias personas con discapacidad y sus familias que deben ser capaces de organizarse y asumir sus obligaciones como ciudadanos de pleno derecho a todos los niveles.

7.¿Qué te ves haciendo dentro de veinte años?

El Proyecto de APAM es un proyecto a largo plazo. La prueba es que cumplimos 45 años en 2020. El proyecto va más allá de las personas que lo lideran. Mi intención es continuar empleando mi tiempo en mejorar la vida de las personas con discapacidad y sus familias. Es a lo que he dedicado mi vida profesional hasta ahora y es lo que espero poder seguir haciendo. Es cierto que dentro de veinte años espero poder jubilarme, pero supongo que siempre existirá un fuerte vínculo con la sociedad en la que vivo y las personas que la componen.

8. Saber vivir es encontrarle sentido a la vida, ¿cuál crees que es ese sentido?

Básicamente entiendo que el sentido de la vida es poder contribuir, cada uno en su lugar, a mejorar la vida de las personas que nos rodean. Pensar en los demás es pensar en uno mismo y facilitando el bienestar de los demás, alcanzaremos mayores cotas de felicidad. Creo que hemos de entender la vida como un escenario de paso. Después de nosotros vendrán más como nosotros y previamente han estado ya unos cuantos. Creo que debemos ser conscientes de que no venimos de la nada. El aspecto social del ser humano nos permite generar la línea continua de la historia de la humanidad que está formada por retales de cada uno de nosotros.

 

Desde la Fundación ASISPA agradecemos a Jesús Díaz Rodríguez, Director del Centro de Día APAM, el habernos dedicado estas palabras.

Si quieres saber más sobre la asociación y su proyecto visita: www.apamja.org